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El padre de la nena,
la mira de reojo al salir
distante y apurada.
Del cuarto a la cocina;
del baño al fondo y vuelve a subir.
Un colibrí que pasa.
El padre de la nena,
se queda viendo un diario al reves,
pensando a duras penas,
que ayer paso de un soplo,
que el tiempo apura mucho el reloj,
el dios de las princesas.
Tic Tac Tic Tac.
Escucha el taconeo en su cabeza
el paso de los años, goteras que arreglar,
piedritas alcanzando las ventanas de atrás.
Tic Tac Tic Tac.
La nena va bajando la escalera,
afuera ladra un perro y como un perro guardián
se para sí golpean a la puerta.
El padre de la nena,
le abre desconfiado al galán,
las puertas de su casa.
No hay ramos de gardenias,
ni ratoncitos buenos de abril en una calabaza.
El padre de la nena,
conoce al necio y al charlatán,
al tonto y al farsante.
Don Juanes y rufianes,
demonios parecidos a él, algunos años antes.
Tic Tac Tic Tac
Escucha el taconeo en su cabeza,
el paso de los años, goteras que arreglar,
piedritas alcanzando las ventanas de atrás.
Tic Tac Tic Tac
La nena va bajando la escalera,
afuera ladra un perro y como un perro guardián
se para sí golpean a la puerta.