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Llego el día... llego tu hora. Estás acá, mirando a tu gente.
No hay muchas cosas que te incomodan, solo el viento te devuelve tu suerte.
Las promesas que te hiciste ayer, hoy todas juntas golpean tu puerta.
No habrá viaje mas placentero, que el camino hacia a tu alma.
Busco el camino y zarpo de nuevo.
No quiero rastros de mi persona, quiero un cielo para descansar meciendo mis ojos en tu risa.
Fuiste esclavo de tu destino, el pasado te ató a su correa. Fuiste un santo de primeros pasos, y la brújula de tu futuro.
Hay tempestad en el lugar, y hay lugar en tu corazón.
Uno a uno venciendo mis miedos y los fantasmas de mi pasado. Hoy mi alma lejos de entregarse, esta muy cerca de entretenerse. Este infierno se llevo mi incumbencia... el rock que me curó las penas. (Mientra siga esta puta dolencia, el corazón nunca abrirá sus puertas).
De visitantes en tus caderas, no hay hinchada que se banque el dolor. Hay tanta mierda con libre expresión que hace falta estallar, corazón...
Hay mentes muertas por luchar, y la tuya tiene que estallar.
Voy esperando tu explosión...
Cerca de tu revolución.