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Cuando volví a navegar, solo por el triste mar,
y la angustia no se marchaba, hasta que me dormía el ron.
Juré a fuego nunca más, que a mi barca subiera nadie,
Pues es muy triste recuperar, el ritmo de la soledad.
Un día por casualidad, eché mis piernas a volar,
dos ojos pardos mirada tierna, una historia de nunca acabar
Le dije que me alegraba el día, y ella cántame una canción,
en la que salga un bravo mar, dos estrellitas y nada más.
No sé qué voy a hacer,
Creo que escapare otra vez
Y montar mi barca pútrida en fantasmas.
Pájaros al alba noto que estoy solo,
te hablo con canciones que así salgo ileso
Y aunque tú me miras sé que no me quieres...