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El cenicero miente, la noche fue fatal
Como este último tiempo, como el siglo que vendrá
Primero fue el vacío, después la soledad
Tus gritos que no ayudan, tus ojos que ya están
Cada vez más lejanos, cada vez más de otros,
Cada vez más oscuros, cada vez menos celosos
Y entonces yo me cuelgo de un hilo de paciencia
Para evitar que alguno de los dos pierda esta guerra
¿Adónde quedó aquello que un día nos dijimos?
quisiera recordarlo, pero entonces llega el frío
No hablemos por un rato, flotemos en el río
¿no ves que en el silencio fue donde nos conocimos?
Fue en una noche cualquiera, una noche de primera
esas noches que extrañás cuando volvés a la reserva
Y mientras tanto los días que pasan, que pasan y olvidan
que fuimos tan imperfectos, que somos las migas de un sueño
Los peces por las calles lanzan bolas de fuego
El cine de tu cuadra, barricada en mi cerebro
Abajo los vecinos, arriba el cielo-techo
Y en el medio estos cuerpos que ya no tiemblan de miedo
El miedo a quedar solos, el miedo a quedar lejos
El miedo a quedar clavados en algún rincón del tiempo
Y mientras tanto los días que pasan, que pasan y olvidan
que fuimos tan imperfectos, que somos las migas de un sueño.