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Siento correr la sangre por mis venas,
siento, también, que no estás y no me hace bien.
Dijiste: "Un día volveré" y como un tonto me entregué
a ese puchero de mentiras.
Amaba ver cómo dormías,
soñaba hacerlo un día con vos.
Le caía bien a sus amigas,
¡Dios querido, explicame qué pasó!
Pero el tiempo pasa y yo sigo esperándote,
tu miedo es lastimarme y hoy estás matándome,
tendré que aprender a vivir sin tus labios, tu risa, tu piel,
quisiera algún día volverte a ver.
Un buen amigo me aconsejó: "Hacé la tuya que es mejor"
y hoy lo sigo intentando.
Y ya pasó una eternidad, sólo el recuerdo quedará
con el invierno iré olvidando.
Pero el tiempo pasa y yo sigo esperándote,
tu miedo es lastimarme y hoy estás matándome,
tendré que aprender a vivir sin tus labios, tu risa, tu piel,
quisiera algún día volverte a ver.