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Habrá más alta o más baja, más, fea o más guapa,
más simpática, neurótica que le mole mi música.
Tú si cabes en mi memoria y para siempre,
mientras otras van de paso, sólo están en el presente.
Más sociable, insaciable o que no deje que hable,
y que cuando esté fatal ella enseguida me eche un cable.
Quizá, juntando lo mejor de todas las estrellas,
entonces y sólo entonces aparecería ella.
Como estábamos, cuando estábamos, bien, bien,
en, nuestro viaje infinito me bajé del tren.
Y luego quise volver a subir, pero era tarde,
me quedé yo sólo en la estación sentado en el andén.
Recordando momentos y tu sólo mis, putadas,
por cada, vez, que cuento lo que siento, mil patadas.
Das en toda mi cara, si yo ya no hago nada, mujer,
acabada la magia uno más pasé a ser.
Fuiste un antes y un después y después de ti no hay nada,
no, después de ti no hay nada.
Y volvimos a quedar, después, de tanto tiempo,
para intentar, solucionar, lo que en su momento.
No tenía arreglo, yo enebro, este hilo de locura,
estructura, del recuerdo, solamente en mi perdura.
Algo, a veces, crece, dentro de mí,
amargura que florece en este triste jardín.
Por-qué, ya no confías, no te fías de lo que prometo,
sino estaría tan seguro ni lo intento.
De momento estoy aquí, escribiendo por no llorar,
por no acabar con todas las pastillas en un solo día.
Para siempre esta vida lenta, que me atormenta,
yo no veo arco-iris y eso que pasó ya la tormenta.
Tienta, a la suerte, quiero verte con-migo,
ser amigos es ser un mendigo, de los besos, elegido.
Fui, para sufrir, con otras mujeres estuve,
y estuve pensando en ti, en este amor que me consume.
Fuiste un antes y un después y después de ti no hay nada,
no, después de ti no hay nada.
No querías seguir, claro, si ya, no te importaba,
jugabas conmigo como castigo te, te vengabas.
Y yo me cansaba, de esperar algo, que no llegaba,
las cenizas de mi corazón juntadas y sopladas.
Esparcidas por el suelo aprovechabas y pisabas,
y estando pegadas, a tu suela, sobre arena andabas.
Y llovía sobre arena y cenizas y se encharcaban,
el Sol las evaporaba y en nubes se transformaban.
Ahora en cuanto llueve, gotas de tristeza caen,
cuando chocan en mi cara, las miradas se contraen.
La imagino, en cada mujer, hasta enloquecer,
cuando oigo sus canciones favoritas, no se lo que hacer.
No acerté, en mi elección, y no pido perdón,
me despido, entristecido, sin una reacción.
Sigo vivo esperando llamadas, que no sonaban,
fuiste un antes y un después, y después de ti no hay nada.
Fuiste un antes y un después y después de ti no hay nada,
no, después de ti no hay nada.