Оригинален текст
Como a Xaman Ek
la estrella
polar que dábamos
ofrendas por su guía
ahora nos alumbra
en la obscuridad
hacia nuestro destino
Este destino le pertenece
Ah Puch
Levantando la antorcha
que nos lleva
a la obsidiana y la
sangre
y no al jade ni a la
silla del jaguar.