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Fue a la sombra de un verano
A la luz de las hogueras
En una playa incendiada
La noche de San Juan
Ella estaba sola saltando sobre el fuego
Ella cantaba sus canciones a las estrellas del mar
Pronto se acercó atraída por las magias de sus versos
Y por su voz dorada de salitre y coral
Le dijo: ten cuidado, nada puedo prometerte
De repente lo que toco se quiebra o se hace mal
Ella le arranco el hechizo, y él la beso en la frente
Y después de desnudarse se tiraron a nadar
Y se lavaron la cara con el agua de mil hierbas
Y a la luz de la mañana se juraron regresar
Y dicen que cada año, cada 23 de Junio
cantan siempre sus canciones a la orilla de aquel mar.