Оригинален текст
No lo van a impedir, las golondrinas,
ni ventales rotos, ni lunas nuevas,
ni todos los los andamios, ni las hormigas,
ni flores, ni elegías, ni colmeneras...
No lo van a impedir, los corre mundos,
ni los soldados, ni las primaveras,
ni aún negando lo el viento, de muró en muró
ni aún negando lo al fin, donde se crea...
No lo van a impedir, ni andén, ni esquina,
y el temor de la virgen, se obscurece,
ni el humo de las calles, y llovizna,
ni el canto del verano, que anochece...
No lo van a impedir, ni el falso amigo,
ni el que alimenta, el seco y la tortura,
ni el pequeño ladrón de mano fría,
ni el terrible Don Juan, de cara dura...
No lo van a impedir, ni moralistas,
ni el indiscreto, encanto del embrujó,
ni ausentes millonarios, ni arribistas,
ni aspirantes, al hacha del verdugo...
No lo van a impedir, las bandoleras,
ni el letrado galán, de poco bueno,
ni inquisidores, ni agua fiestas,
ni eternos sembradores, de veneno...
No lo van a impedir, los enemigos,
ni atentos intimistas, alabados,
ni burócratas, tiernos, ni podridos,
ni herederos, ni apóstoles cerrados...
No lo van a impedir, del valle al cielo,
ni reyes del honor, ni periodistas,
ni antiguos comediantes, ni embusteros,
ni estudiantes de leyes, ni altivistas...
No lo van a impedir, los generales,
ni adorables doncellas pervertidas,
ni apelables procesos judiciales,
ni perros, ni cometas, ni suicidas...
No lo van a impedir, ni prohibir,
ni prohibidos, ni novios con convencidos,
ni hechiceros...
No lo van a impedir las soledades,
a pesar del otoño, ¿Crees en el Amor?