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Cuando te ví, cuando te conocí.
Eras un verso perfecto, dedicado para mí.
Cuando te miré, algo inmenso encontré.
Lo que ni ángeles ni estrellas,
me pudieron ofrecer.
Y el tiempo nos llevó por el camino.
Pasamos de ser dos, a ser uno mismo.
Qué lástima que tú, siendo Primavera,
has deshojado mi ilusión.
Has acabado con la historia entre los dos.
Sin darme cuenta,
me has llevado a lo más hondo
del abismo de lo incierto.
Has llenado de mentiras lo que ayer era perfecto.
Me has dejado el corazón con un salgo negativo.
Endeudado de cariño, predispuesto a lo peor.
Embargado por tu amor.
¿Por qué luchar? nada podemos salvar.
La obediente marioneta, se cansó ya de bailar.
La segunda vez que se intenta querer,
es pretender que el fruto amargo,
sepa dulce como miel.
No vale hacerle trampas al destino.
Si no eres para mí, ¿qué hago yo contigo?
Sin darme cuenta,
me has llevado a lo más hondo
del abismo de lo incierto.
Has llenado de mentiras lo que ayer era perfecto.
Me has dejado el corazón con un salgo negativo.
Endeudado de cariño, predispuesto a lo peor.
Embargado por tu amor.
Sin darme cuenta,
has llegado a convencerme
que lo blanco siempre es negro.
Que si dos y dos son tres.
Si tú lo dices, yo lo creo.
Me has robado tanto amor, que tendré que reiniciarme.
Para ver si aún soy alguien.
Alguien que te dijo adiós, alguien que al despertar,
todo esto ya olvidó.