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Treinta y uno de octuble
y el sol da su suspiro final
la oscuridad retorna a la ciudad
los altoparlantes dan alerta general
la atmósfera se altera en el lugar
Siento el calor de las llamas en mi
arde, quema, arde de muerte
siento tus brazos de fuego abrazarme
arde, quema, arde de muerte
Las piras del cemento comienzan a arder
y sus alrededores
cientos de hordas al mismo compás
no paran de bailar,
sientan la voz interna y todos acompañen
la danza del fuego hasta el amanecer
Salten...
Siento el calor de las llamas en mi
arde, quema, arde de muerte
siento tus brazos de fuego abrazarme
arde, quema, arde de muerte
Poseídos por la danza del fuego