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Cuenta la leyenda, una mujer audaz que robaba sonrisas en cualquier lugar.
Llena de carisma, y desbordada de bondad, ahogaba sus penas en cualquier lugar.
Cuenta ésta leyenda, que aquella mujer nunca le vió el sentido al amanecer, pero ella aún contemplando, la noche caer, sigue anhelando algún atardecer.
Esa mujer sin pensar una vez, lo dió todo.
Y no le devolvieron ni la mitad.
Esa mujer sin querer, ésta vez cayó en el lodo.
Hablo de éste ser que en otras ropas, logra vulnerar mi mente
y vencer toda mi tropa.
Con una sola mirada me lleva hasta la cima
y ni te cuento lo que hace con una sonrisa...
Hablo de una mujer que no se hace cargo de su locura,
a la que cuido cuando la mente se fisura.
Que llora, y se apura por encontrar su otra mitad y se olvida que tiene una vida por disfrutar.
Esa mujer hoy se pierde entre la gente buscando un tesoro para guardar.
Un destello de luz cuando todo sea oscuridad, o una caricia cuando el silencio sea abismal.