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Azules los recuerdos que pinchan como agujas
y estacan tu retrato en la pared.
Estoy buscando un cuero que queme como fuego,
estúpida y sencilla para querer.
No quiero medicinas ni promesas vencidas,
ni cartas con perfume, quiero saber
que es lo que traen tus ojos,
que dicen si me enojo, si digo a sus oídos
que me haces bien.
Tan solo quiero que me des
lo que me hace bien.
Tu menuda apariencia, tu risa de costado,
quiero seguir buscando caerte bien.
Sentado en la mañana sin prisa y sin calma,
con mil frases colgadas y sin papel.
Estoy acostumbrado a levantarme solo
y ver que en mi costado caerías bien.
Prefiero cenicientas, mil princesas dormidas
que vivir siendo un sapo en Mercedes Benz.
Tan solo quiero que me des,
lo que me hace bien.
Tu día malhumorado crear risa en tu boca,
mirarte de un costado y verte bien.
Decirte que me gustas, un poco demasiado,
aunque no quepan dudas que no lo ves.