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Una loca historia amigo tengo que contarte,
la de la banda más fiel,
la que va a todas partes,
la que se quedó sin cancha,
que se fue al descenso,
la que reventó las canchas,
aun en los malos momentos.
No necesité de copas para ser más grande,
ni que me compre una empresa para financiarme,
mi estadio lo hizo la gente,
no los militares,
no cuelgo banderas negras,
ni me trepo a los tapiales.
Es la gloriosa hinchada que daría la vida por ver al Ciclón.
Es la que no se vende, la que no negocia toda esta pasión.
Sé que se acerca el día para que en Boedo yo te vuelva a ver.
Vamos a volver.