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Qué difícil es la vida.
Qué crueles son las noches
a este lado de la madrugada.
Sigo a la deriva,
con mi alma ya vacía,
entre soles y lunas amargas.
He apurado gota a gota tus caricias,
las promesas que ahora
son palabras.
Espero y desespero,
siempre bien,por si vinieras
mantengo ilusiones de arena.
Sé que ahora volverán
las mañanitas frías.
Sé que amanecerá
quizás más triste el alma.
Nadie,
después de tí no hay nadie.
Ni el rastro de tu piel
que me enamora, me mata,
me vuelve debil.
Y me pierdo,busco y busco.
Y ya no hay nadie.
Después tan sólo hay hambre.
Y un mundo tan cruel.
Que aunque lo intento y soy fuerte,
no cierra esta herida.
Ayúdame (ayúdame).
Vivido de esos días,
sumo y resto corazones.
Y al final el resultado es nada.
Dejo que otros dedos
se entremezclen por mi pelo.
Te sigo buscando en mil caras.
Perdí tantas batallas
en tu nombre.
Fui tejiendo una bandera blanca.
Y aunque con el tiempo
he conquistado corazones,
me quedo en tu piel marinera.
Sé que ahora volverán
las mañanitas frías,frías,frías.
Sé que amanecerá
quizás más triste el alma.
Nadie,
después de tí no hay nadie.
Ni el rastro de tu piel
que me enamora, me mata,
me vuelve debil.
Y me pierdo,busco y busco.
Y ya no hay nadie.
Después tan sólo hay hambre.
Y un mundo tan cruel.
Que aunque lo intento y soy fuerte,
no cierra esta herida.
Ayúdame (ayúdame).
Después de tí
me pierdo y busco y busco
y ya no hay nadie.
Ni el rastro de tu piel
que me enamora, me mata,
me vuelve debil.
Y me pierdo,busco y busco.
Y ya no hay nadie.
Después de tí no hay nadie.
Tan sólo un hombre que
sufre en silencio
y espera impaciente por tí.
Ayúdame.
Después de tí no hay nadie.
Nadie.