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Mi país corre por mis venas,
y respiro de su manto azul,
de mis ojos no escapa la pobreza,
ni el hambre que nos aqueja,
El pueblo es mi sangre,
mis venas están hechas de paz,
que toda mi gente lo cante,
mi tierra sagrada clama libertad,
luchando incensante,
por corregir la dura desigualdad.
Que mi esfuerzo se convierta,
en la herencia de mis hijos,
no se cansen de hacer patria,
que ser pueblo es libertad,
Con la patria enfrentada,
a la corrupta deslealtad,
de dulce alma encantada,
una lucha por la verdad,
A mis manos les ordeno,
hagan pueblo aun desangradas,
con el corazón muy lleno,
de espaldas tristes y cansadas,
Formen patria en las escuelas,
con el estomago muy vacío,
pero defiendan sus fronteras,
de amenazas al patricidio.