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Tanto tiempo que estoy a su lado
recogiendo trastos rotos de su alma
que quedaron regados.
Tantas veces que le di una mano
reconstruyendo pedazos de su amor
que estaban desparramados
Muchas horas jugando en la calle mientras me
hablaba de su nueva ilusión y de todos sus detalles
La esperaba al terminar la clase,
siempre he sido su apoyo, su pañuelo,
sin importar que sea muy tarde.
Siempre supe que decir, los consejos que le di,
pero hay algo que no se como expresar sin tartamudear.
¿Y cómo le digo que me muero por ella,
que sin pensarlo dos veces, la besaría y la
llevaría por fuera del planeta?
¿Pero cómo le digo que de mi cielo es la estrella
que va guiando mis ganas de vivir y de seguir sus huellas
en la arena?
¿Pero cómo le digo, si me ve como un amigo?
Sería como matar a alguien sabiendo que hay mil testigos.
La otra noche quise yo acercarme,
intentaba darle una señal,
siento que Dios no va ayudarme.
Tal vez me demore algunos años
para medir la distancia que se pierde entre mis ojos y sus labios.
Nunca supe como hacer para cambiar ese papel
de aquel amigo que no puede verla como una mujer.
¿Y cómo le digo que me muero por ella,
que sin pensarlo dos veces, la besaría y la
llevaría por fuera del planeta?
¿Pero cómo le digo que de mi cielo es la estrella
que va guiando mis ganas de vivir y de seguir sus huellas
en la arena?
¿Pero cómo le digo, si me ve como un amigo?
Sería como matar a alguien sabiendo que hay mil testigos.
¿Pero cómo le digo, si me ve como un amigo?
Sería como matar a alguien sabiendo que hay mil testigos.