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En esta puta ciudad
se descarga toda la ilusión.
Nadie se come nada,
pero cada vez se hace mejor.
Todo son impedimentos,
todo falta de oportunidad.
Los que mandan se acuerdan de uno,
cuando se les tiene que votar.
¡Huele a muerte!, en esta puta ciudad.
¡Pisa fuerte!, en esta puta ciudad...
En esta puta ciudad,
hay críticos que se creen tu Dios.
Te empujan, te lanzan, te frenan,
vamos a ver quién aguanta más.
Y no hablemos de nuestros managers,
buitres negros que acechan en su sillón.
Aléjate de ellos, o te sacarán hasta el reloj.