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Era jueves en todas las cosas.
El camino me llevó a tus pechos,
y en tu regazo hubo lindos pedazos de domingo.
Luego salí de ti
para regresar a todas las cosas que me dijeron... nada.
Pero miro aquel ciruelo de hojas rojas
recortado contra el abismo del cielo
y no lo envidio,
por que estoy floreciendo.
Tengo el alma llena de palabras de colores.
Tengo la palabra a flor
y aquí en el bordecito parece que dijera... amor.
Se acabó, no te quiero más...
Ni mañana ni pasado, nunca más.
Terminó todo ya,
porque tú andas jugando al querer.
Pude, a veces, no verte trajinar
no sentir tu rondar inquieto y laboral.
Pero en algún rincón tranquilo de mi estar
te estoy queriendo sin rumor, sin dolor,
sin esas cosas que consuelan el amor.
Pero en algún rincón olvidado de mi
te estarán queriendo parejo y sin doler, sin olvidos, así...
Se acabó, no te quiero más...
Ni mañana ni pasado, nunca más.
Terminó todo ya,
Porque tú andas jugando al querer.
Tu amor andaba en la siembra
viajó del riego al cereal maduro,
venia de todas las edades a la edad que yo tengo,
que siempre está mutando.
Tú venias de otro amor,
yo desde mi soledad,
ayer, ayer no más hubo soledad,
y me penaba el silencio de las horas vacías con que llené mi vida.
quemarlas una a una...sé: ni me darán cenizas,
pero voy a ir hasta la soledad y le voy a sembrar un hijo.