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Ay, si de Huaco bajara hacia a mi una vidala
una vidala que fuera de mi ausencia hacia tu enagua.
Ay pero que no sea triste, ay, que me refresque el alma
y que llegue tu recuerdo como en pedacitos de agua.
Ay, si bajaras de Huaco amarilla de pichanas
de la quebrada de Troya o cualquier otra montaña.
He de esperarla a lo lejos con mi pañuelo de zamba
y la pondré sobre el pecho en mi calor de retamas.
Ay, si bajaras vidala desde Huaco hacia mi cara
de Suriyaco cantando o cualquier otra quebrada.
Ay, pero que no sea triste, ay, volvé ya enamorada
yo te subiré a mi pecho como en pedacitos de agua.
Y si por Huaco bajando una tristeza te llama
y se queda calladita en tu paso de vidala.
Deja tu pena en mi acequia o en cualquier otra esperanza
yo la llevare a mi pecho no dejes de ser vidala.