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Sentir el peso de la vida
sobre mi espalda ardida,
contemplar el triste reflejo,
decadencia en ojos ajenos.
Buscar un cambio en mi interior,
salir de esta confusión.
La realidad busca aplastarme,
ya no pienso resignarme.
Sorteando los pasos del enemigo,
atravesar campos de exterminio.
Sin más escudo que mi propio pecho,
ya no hay rencores,todo atropello.
Objetivo a la vista,
no hay chance de que desista.
Tormentas debo cruzar,
nada que no pueda superar.
Pero nunca lo pensé,
dar el brazo a torcer.
Siempre con la frente en alto,
siempre actuando, sin hablar tanto.
Sorteando los pasos del enemigo,
atravesar campos de exterminio.
Sin más escudo que mi propio pecho,
ya no hay rencores,todo atropello.