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Una mañana despertamos enredados
muertos de miedo
nos contemplamos sorprendidos aferrados
ya no es un juego.
Arrepentidos suicidas olvidamos
que la vida duele
y nos miramos aterrados
y nos lanzamos sin pensarlo.
Y en el vuelo improvisamos este amor
y nos volvemos
trapecistas
mortales enemigos del invierno
trapecistas
confiados como el beso de los ciegos
trapecistas
buscándonos los labios
en el cielo.
Un día olvidamos que juramos encontrarnos
en otro tiempo
y de repente desvelados recordamos
todo en un beso
Y nos parece inesperado este
milagro en la mirada
Y nuevamente se nos llena el corazón
de madrugadas
Y en el vuelo improvisamos
este amor y nos volvemos
trapecistas
mortales enemigos del invierno
trapecistas
confiados como el beso de los ciegos
trapecistas
buscándonos los labios en el cielo
una mañana despertamos enredados
muertos de miedo