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Si la sangre no ardiera en mi
y estas ansias de ser, hoy, me dejarán descansar
si la lluvia borrara en ti
esos sueños de aire que te obligan a escapar
Prisioneros en libertad, noche sin final
corazones en libertad, perros sin guardián
¡qué amarga miel! ¡qué salada sal!
es la soledad
Si supiera llegar a ti
y entregarte la fe y la inocencia que perdí
si quisieras volver a mi
con el alma en la cara y sin nada que fingir
Prisioneros en libertad, somos tu y yo
corazones en libertad, cuerpos sin calor
¡qué amarga miel! ¡qué salada sal!
es la soledad
Prisioneros en libertad, sin saber que hacer
corazones en libertad, de alas de papel
¡qué amarga miel! ¡qué salada sal!
es la soledad