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Parece ser que, con los años,
no aprendo lo que, supuestamente, aprendí.
El bordillo de mis caídas, aún manchado, se ríe de mí.
Na, nara rará, nara rará, nara raraa... aah... aaah...
Los nudillos de mi espalda están cansados de cargar,
los bordes fraudulentos de esta pasión visceral.
Con los ojos entre abiertos, sin saber bien dónde va;
creyente de la palabra inversa a la verdad, aaaah, aaah....
¿Quién te has creído tú?
Luchadora de la nada, inconformista, ambiciosa,
sufrida y preocupada...
No te enteras, que en las muñecas finas,
las esposas resbalan, por mucho que aprieten las mirillas... (x2)
No me mires si no me miras a los ojos.
Sí me escupes mil mentiras,
me causas mil enojos;
porque, por más rara que parezca,
yo me hago mis esquemas, soy la dueña de mis lemas.
Le le le le, leeemaaas, lemas...
Los efectos secundarios,
que tienen las pastillas que se toma el vecindario.
Y el prozac nunca surtió efecto,
ante almas desgastadas por tanto movimiento.
Laa... La proyección de Platón y su carverna,
hoy queda reflejada en las varices de tus piernas.
Dime, dime, dime, dime corazón,
si te vas a pasar la vida entre parejas con problemas
en programas de racistas.
¿Quién te has creído tú?
Luchadora de la nada, inconformista, ambiciosa,
sufrida y preocupada...
No te enteras, que en las muñecas finas,
las esposas resbalan, por mucho que aprieten las mirillas...
No me mires si no me miras a los ojos.
Sí me escupes mil mentiras,
me causas mil enojos;
porque, por más rara que parezca,
yo me hago mis esquemas, soy la dueña de mis leeee...
Leeee... ¡mas!