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Imaginario corazón, el naranjo alumbra
cuando tú imaginas barcos de papel
y el amor nos cuesta en realidad lágrimas de oro,
mirar nuestras manos vacías de todo,
poner la cabeza como Cristo en las rodillas de su madre,
padecer,
querer besar la rosa del pubis de la virgen con el diablo
a nuestros pies.
Imaginario corazón, qué mujer ahora
tiende nuestros besos
bajo el sol del tiempo, del viento.
Imaginario corazón de sabio silencio
como un cementerio
que habla por la boca de flores de un muerto.
¿Quién es ese niño que en su fiebre ha navegado en
un barco de papel?
¿Quién pues, ese niño que conspira con los ángeles
la muerte de su rey?
Imaginario corazón, dices: "no estoy solo",
tu sombra te besa
y tu rojo sueña que eres Asterión
y esto es,
besar la rosa del pubis de la virgen con el diablo
a nuestros pies,
poner la cabeza como Cristo en las rodillas de su madre,
padecer.
Mejor me voy a hacer un barco de papel...