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Con cuatro cervezas
con dos amigos
sólo me queda verte a ti.
Y si te huelo
veo el infierno
veo las llamas acercarse a mí.
Y verte sola
y acompañarte
cuando no estés conmigo verás
ni a un hermano, ni a un amigo
sólo alguien que suspira por tu andar.
Olvídame
ya es tarde para mí.
Hablar del dolor
hablar de lo que es saber
que no soy nadie sin ti.
En cada grito
en cada silencio
oigo tu risa al respirar.
Si sopla el viento
si quema el cielo
si me hablas podré morir en paz.
Sabes que soy muy poco
que no soy nada.
Si llamas y digo que no están
cerca de mi ventana
una silla apoyada
y ganas de no verte más.
Olvídame
ya es tarde para mí.
Hablar del dolor
hablar de lo que es saber
que no soy nadie sin ti.
Espérame
yo también decidí llevar
al interior
las palabras que me hacen llorar
y que saben que a ti te da igual.