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Ojalá fuera un mal sueño
que se acaba al despertar,
Un cuento que nunca nadie pudiera contar,
el de un lugar,
donde parece que habita el peor villano
que crear pudiera la imaginación,
que se ha empeñado en robarse los colores
y encerrar el brillo del sol en un cajón.
Que a las manos pequeñas
las convierte en mendigas
y hasta pone mordazas
que ahogan las sonrisas.
Eso en sus días buenos,
cuando esta generoso y no quiere ser cruel,
porque en sus días malos,
a la vida que nace le prohibe crecer. (Bis)
Ojalá fuera un mal sueño
que se acaba al despertar,
Un cuento que nunca nadie pudiera contar.
Ojalá fuera un invento perverso
que sólo existiera en la imaginación,
en el que a los trompos, las muñecas y las hadas,
quiere condenados a vivir en un rincón.
El que entona un arrullo que nadie quiere oir
al ritmo de las balas puede conseguir,
que los niños duerman sin querer dormir
y su corazon calle queriendo latir.