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I
(Jean Carlos Centeno)
No debí poner mis ojos en alguien como tú,
ya sabía que tus anhelos van buscando otros sueños,
que te llevan de mi vida cada vez más lejos,
y siento morir lentamente en mi alma una ilusión.
Para ti yo me había inventado un mundo blanco de luz,
imaginaba que eras tú un ángel puro y bello,
y que en un jardín hermoso de una fresca fuente,
bebíamos de aguas transparentes un jugo dulce de amor.
Ya veo que este lindo sueño jamás hará realidad,
yo voy persiguiendo ilusiones imposibles de alcanzar,
tú sigues buscando otra estrella que tu cielo alumbrará
por caminos diferentes, que de mí te alejan más.
Y a mí este amor me atormenta, me envuelve en su tempestad,
y a mí este amor me atormenta, ay ay ay, me envuelve en su tempestad.
II
(Luis Silva)
No debí poner mis ojos en alguien como tú,
¿qué tienen esos ojos negros para que me dominen?
Pero si el amor nos llega, la razón no existe,
no tenía ningún derecho y te pido perdón.
Ya veo que este lindo sueño, jamás hará realidad,
yo voy persiguiendo ilusiones, imposibles de alcanzar,
llevamos distintos destinos, nunca se van a encontrar,
tú seguirás tu camino ya escrito donde alguien te esperará.
Y a mí este amor me atormenta, me envuelve en su tempestad, larala lalá
y a mi este amor me atormenta, ay ay ay, me envuelve en su tempestad.