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Era un diez de mayo estando yo preso
cuando un telegrama a mi celda llego
Era mi padre, quien lo mandaba
en el me decía, tu madre murió
En aquel instante grite al carcelero
me diera permiso, para irla a ver
Pero me ignoraron, no me hicieron caso
y yo con mi pena, sin saber que hacer
De pronto se vino, a mi un pensamiento
en aquel instante acabo lleve
Mate a un centinela, y no me arrepiento
porque yo a mi madre, tenia que ir a ver
Oí unas sirenas, y gritos de alerta
y yo presuroso, corrí sin parar
Llegando a mi casa, al abrir la puerta
estaban dos guardias, junto a mi mama
Después de besarla, me detuvieron
diez años me dieron, aquella acción
Así pude darle, el ultimo beso
que importa morirme, aquí en la prisión