Оригинален текст
En el rincon más recluso de la casa
en la solana de tu boca,
como una lluvia de incendios sin cabeza
terminaron por encontrarse todos los fantasmas del sumidero
perpetuamente niños,
perpetuamente ausentes
hasta llegar a la esperanza de las tumbas.
Los profetas de las ilusiones decapitadas
harán que cierre mi brazos de arena
y trataré de no soltarte
ni a tí, ni a tus silencios
ni a tí, ni a tus extremos
ni a esa luz estrangulada que se aloja en mi piel
y en cada astilla de mi noche más muda y más ciega
que te buscará...
en lo más silencioso de esta....
Séptima casa de la Obscuridad.