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Y vi el infierno y me senté,
contemplando lo arruiné,
me quedé esperando que acabara y lo arruiné.
El sol muriendo, el mar que un día abandoné
y el verano de mi vida un día se me fue.
Tu nunca entenderás
por lo que tengo que pasar
si en tu sangre no hay veneno
y no hay heridas que sanar.
Y me estoy ahogando en mi fragilidad,
el martirio eterno de las cosas que se van.
Se que estoy marcado y duele de verdad
ser solo un espectador de como mi piel se cae.
Y veo las hojas al caer mezclándose con carne
y aunque intente repararlas nada puedo hacer.
El tiempo pasa y vivo mutilándome,
y arranco con violencia con mis manos
lo que queda de mi piel.
Tu nunca entenderás
por lo que tengo que pasar
si en tu sangre no hay veneno
y no hay heridas que sanar.
Y me estoy ahogando en mi fragilidad,
el martirio eterno de las cosas que se van.
Se que estoy marcado y duele de verdad
ser solo un espectador de como mi piel se cae.
Que llegue el invierno,
que alivie mi piel,
que el tiempo se lleve el dolor antes del anochecer.
Que seque estas lágrimas,
que me haga mas fuerte,
que borre mis cicatrices y mis emociones también.
Si el cielo se consume,
si el tiempo me destruye
como una flor muriendo,
hazlo antes de que me derrumbe.
Sigo el olor, sigue el dolor,
inmune y marchito ante el sol,
sigo el olor, sigue el dolor,
la rabia que viene desde el interior.
Sigo el olor, sigue el dolor,
inmune y marchito ante el sol,
sigo el olor, sigue el dolor,
la rabia que viene desde el interior,
restos, huesos, y la flor creciendo de su interior.