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Rodeados de la mesa mis hijos y yo
miramos con tristeza la silla vacia
base a que por tu engaño y tu infamia quedó
la ruina de tu vida la de ellos y mia
A veces me preguntan que dónde estarás
y el echo de mentirles me agobia y me espanta
les digo que del cielo de allá nos verás
que nos quisiste mucho que fuiste una santa
Les tuve que mentir pa' no hacerlos sufrir
y me tocó llorar sangre del alma mia
no podía decirles que fuiste capaz
de abandonar por otro tu hogar y tus hijos