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Otra vez
la sangre hierve en tu interior,
por no comprender
este genocidio.
Recordaré hasta la última gota que se derramó.
Se dejaron la piel
en este camino.
Una voz, un puño en alto
un camino, un atajo
unidos contra la frustración.
Es un pueblo que reclama
ilusiones renovadas,
un grito de rabia en tu interior.
Voces y vientos del sur
salen por los poros de toda tu piel.
Ya no morirán los muertos,
hoy están de piel
Que mi canto a to los pueblos llegue,
que atraviese los muros de la prisión,
arranca tu vuelo si puedes
y no pares hasta ver el sol
Que mi voz
rompa las barreras
que ponen los hombres adentro y afuera de tu corazón.