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La conocí en San Cayetano
sentada muy temprano, en la vereda
perdida entre la gente
en medio de una larga procesión
y en ese loco torbellino
borracho como un vino me dejó
porque ví sus ojos negros
y todo el mundo pronto desapareció.
No! San Cayetano
yo te pedí una mano
y no un amor.
Exótica y hermosa
pero excesivamente religiosa
rezaba todo el día
y no tenía tema de conversación,
aguanté por unos días
casi todas sus manías pero yo,
yo no soy lo que se dice exactamente
un santo de su devoción.
No! San Cayetano
yo te pedí una mano
y no un amor.
alfojese la ropa,
y paguese otra copa compañero,
que mientras yo recuerdo
la historia de otro amor q no duro
una tarde de domingo
que se fue a san cayetano y no volvio
esto fue hace mucho tiempo
pero ya cambiemos de conversacion
No! San Cayetano
yo te pedí una mano
y no un amor.