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Ves que el tiempo pasa y dicen sí, sí, sí.
Metido en tu casa dicen sí, sí, sí.
Puta vida falsa, dicen sí,
pero nunca vas de conforme porque sigo estando aquí.
Descompongo mi caso, es 1-9-9-8,
recuerdo mis cachos, ya empezaban
a ser tochos.
Su boda con el rapero, una moda,
no me jodas, con fecha de divorcio,
¿vale?, como pasa ahora.
Juraban lealtad al rap, así acusaban mi insomnio,
hacían malabares con un folio y sin agobios.
Sin historias ni demonios.
¿Pero qué ha pasado?, coño.
Se fueron cayendo como hojas en otoño.
Todos apostaban por la música que amaban,
pero ninguno aguantaba las bofetadas que daba.
Tocado por un hada, andaba solo con los cascos.
Rebelde adolescente, y lo demás me daba asco
[Bezea]
y yo sí que sé de mi amor por la música
[Trade]
...
la única capacidad para aguantar, y tú, chaval,
imagina mi vida sin el rap y ves que no me queda nada.
Generación tras generación, vi pasar al bipolar de nómada,
y bien a gusto que me hallo.
Ya no escuchan rap, tiran de cocos de caballo,
yo ya no me preocupo, ¿sabes?, que les parta un rayo.
Ves que el tiempo pasa y dicen sí, sí, sí.
Metido en tu casa dicen sí, sí, sí.
Puta vida falsa, dicen sí,
pero nunca vas de conforme porque sigo estando aquí.
Me acuerdo cuando empezamos,
éramos 2 ó 3, y luego 5 ó 6, y luego 9 ó 10, OK.
¿Dónde está esa peña, dónde está?
Los que antes nos molestaban ahora no sé dónde están.
Mostraban su amor por el hip hop,
y rapeando eran los más hardcore,
a mí me llamaban siempre toyaco.
Y ahora los veo vestidos de pijos
y dicen que soy el mejor.
Y lo mejor es que no les guardo rencores,
porque siempre he sido fiel al rap y nunca perdedor.
No, no.
Generación tras generación,
saben que siempre estuve activo,
siempre estuve en acción.
Y miren, como todos se despiden, siguen su camino y me piden, miles de temáticas para que brillen. No son conscientes de que han desaparecido de mis cines.
Ves que el tiempo pasa y dicen sí, sí, sí.
Metido en tu casa dicen sí, sí, sí.
Puta vida falsa, dicen sí,
pero nunca vas de conforme porque sigo estando aquí.
Cuando subo al escenario ya no veo a esa gente
que escupían las mentiras, se quedaron en mi mente.
¿Cómo quieres que recuerde a los payasos y payasas,
que se iban a bailar y yo escribiendo en mi casa?
Nunca fui el primero, pero era el más constante, Linares,
¿quién puede criticarme?, si yo he hecho lo imposible
para que esto nunca frene el motor para que ande,
sencillo y grande.
Cuánta mierda hay que aguantar, putos creyentes de rap,
os voy a reventar.
Pastilleros y bakalas, esto es música.
Cuántas veces yo me he rallado, escuchando en rimaderos,
manteniéndome callado.
Cuántas veces he llorado, pensando en el futuro,
que mi rap se había acabado, la cultura de un esclavo.
Si el viento se llevó a los que nunca respetaron,
el hip hop dejó a los que siempre lo amaron.
Ves que el tiempo pasa y dicen sí, sí, sí.
Metido en tu casa dicen sí, sí, sí.
Puta vida falsa, dicen sí,
pero nunca vas de conforme porque sigo estando aquí.