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En la mitad del barranco
las navajas vuelan por los cielos,
bellas de sangre contraria
van reluciendo sin más como peces.
En la copa de un olivo
lloran dos mujeres sin consuelo.
Ángeles negros volaban y cantaban...
Yo te juro mamita que fue él
siento que no podamos volvernos a ver.
Juan Antonio el de Montilla
rueda muerto por la pendiente del barranco,
su cuerpo lleno de lirios
y una granada en la sien, triste cuadro.
Ángeles negros volaban
por el aire del poniente.
Ángeles negros volaban y cantaban...
Yo te juro mamita que fue él siento que fue él
siento que no podamos volvernos a ver.