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Acabo de enterarme que te casas
mañana a la tardecita en la Iglesia Catedral,
solo quiero que me digas si lo haces por despecho,
porque una herida en tu pecho no te deja ni pensar.
Lo nuestro fue lo mas bonito que nos pasó,
pero la historia de aquel amor
ni con todo el tiempo se olvida.
Ahí estarás,
toda de blanco frente al altar,
pero yo sé que volverás un día a mi arrepentida.
Ante Dios te casarás,
cuando le digas que sí,
y aunque a su lado estés, y ya siendo su mujer,
solo pensarás en mí.
Y un anillo llevarás,
con las iniciales de él,
pero en tu corazón, para siempre quedará,
el amor que un día te dí.
Acabo de enterarme que te casas...