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La mano de Jehová, vino sobre mí
y me llevo en el Espíritu a un valle,
en la valle había una gran cantidad
de huesos que estaban muy secos en verdad.
CORO
Y me dijo: ¿Hijo de hombres, estos huesos vivirán?
Yo le dije: Oh Jehová, tú lo sabes.
Y me dijo: Profetiza, a esos huesos les dirás:
Huesos secos, oíd palabra de Jehová.
Y yo profetice como Dios me lo ordeno
y hubo un ruido mientras yo profetizaba,
y hubo un temblor y grande fue mi sorpresa,
cada huesos con su hueso se juntaba.
Y he aquí, yo mire, tendones sobre ellos
y la carne empezó a subir
y la piel les cubrió por encima de ellos,
pero algo les faltaba y era Espíritu.
Y me dijo hijo de hombre: Profetiza al Espíritu,
profetiza y así tú le dirás:
Oh Espíritu ven de los cuatros vientos ven,
y sopla sobre estos muertos vivirán.