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Feliz estaba la montaña guayanesa
Feliz el piano cantor, de la selva legendaria
Feliz también, los caminos polvorientos
el sol del verano y viento y el agua de las quebradas
Porque tu estabas entre ellas muy graciosa
como una mariposa felizmente enamorada
una cascada de hebras lindas tu cabello
y despedían mil destellos tus ojos en la sabana
Y una sonrisa de tus labios me basto
para hacerte esta canción que en el pecho se desgrana (Bis)
Los pescadores del orinoco bravío
han puesto celoso el rio y el arenal de las playas
porque ellos dicen que tu eres la más bonita
tierna, dulce y exquisita como la rosa e´montaña.
De mi guitarra eres tu la octava nota
y el acorde que me toca todas las fibras del alma.
Cada mañana hay sol que te ilumina
y luceros que vigilan tus sueños de madrugada.
La gran sabana, juntitos nos quieren ver
como marido y mujer paseando por el canaima (Bis)