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Me prometí a mi mismo; No volveré a caer,
y solo veo el suelo que se abre a mis pies.
Me prometí a mi mismo; Nunca me rendiré,
pero hace largo tiempo que esta lucha abandoné.
Y sigo aquí esperando,
tus lágrimas secando.
Me siento impotente
al no poder calmar tu llanto,
pero ahora puedo decirte:
Bienvenida al mundo del amor,
donde al fin te sientes como yo.
Este mundo es tan obscuro,
tan tenebroso, tan doloroso.
Tan lleno de pasión,
y tan horriblemente hermoso.
Si antes tu malicia rompió mi corazón,
ahora es tu desdicha la que causa mi dolor.
Te prometí algún día; Mi alma te daré.
Un trueque, del que sé que siempre me arrepentiré.
Y debo afrontarlo;
Jamás te he olvidado.
Me siento impotente
al no poder calmar tu llanto,
pero ahora puedo decirte:
Bienvenida al mundo del amor,
donde al fin te sientes como yo.
Este mundo es tan obscuro,
tan tenebroso, tan doloroso.
Tan lleno de pasión,
y tan horriblemente hermoso.