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Se conocieron los dos, por los lados de Payara: uno levantу la voz y
El otro no dijo nada. Se pusieron a pelear, no quedaba mбs remedio:
Mucuritas, El Yagual y Las Queseras del Medio.
Agarraron lanza en mano, repartieron sangre y gritos: El Catire
Comandando y El Negro de primerito. Pero El Catire llorу, porque con
El pecho abierto El Negro le dijo adiуs, adiуs porque estaba muerto.
Agarraron lanza en mano...