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Aquel Santo varón hundido en aflicción
Sufriendo en una cruz a costa del dolor
Fue grande su sufrir del Divino Señor
Sus manos traspasaron, al Padre Él oró.
Perdónalos, perdónalos mi padre
Que no saben quién soy
Que acepten y que acepten esta sangre
Que derramando estoy
Que vean y que vean claramente
Mi triste situación
Que por salvarles su alma
Me encuentro donde estoy.
La noche se cubrió de luto y de pavor
Y en media oscuridad se vio Jerusalén
La vida de un varón que ahí se condenó
Sus manos traspasaron, al padre Él oró.