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Cuando se miran sus ojos, cuando se escucha su voz
es más linda la mañana, nos alumbra más el sol.
Cuando nos brindan su risa, cuando nos dan su candor
brota un manantial de agua fresquita en el corazón.
Ellos son el tesoro, ellos son la alegría.
Es por ellos que la vida se vuelve más dulce, se vive mejor.
Son los hijos la bendición, el milagro de nuestro amor.
nos enseñan cómo amar, cómo abrir nuestro corazón.
Son los hijos la bendición, el milagro de nuestro amor.
son la esencia del hogar, un regalo de Dios.
Ellos son la esperanza, ellos son la ilusión.
Es por ellos que la vida se vuelve más dulce, se vive mejor.
Son los hijos la bendición, el milagro de nuestro amor.
nos enseñan cómo amar, cómo abrir nuestro corazón.
Son los hijos la bendición, el milagro de nuestro amor.
son la esencia del hogar, un regalo de Dios.
Su mirada serena, su inocente verdad
es un calorcito que llena de alegría la soledad.
Mensajeros del alma, sembradores de paz,
de un mañana pleno de respeto y de libertad.
Ellos son el tesoro, ellos son la alegría.
Es por ellos que la vida se vuelve más dulce, se vive mejor.
Son los hijos la bendición, el milagro de nuestro amor.
nos enseñan cómo amar, cómo abrir nuestro corazón.
Son los hijos la bendición, el milagro de nuestro amor.
son la esencia del hogar, un regalo de Dios.