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Si pienso, no lo creo.
Si sueño, ya no crezco.
No puedo vivir de mi ilusión.
Me pierdo, y te encuentro.
Mis días son invierno,
sin una estación que me guíe por hoy.
Y aunque me de cuenta
que soy un alma en venta,
todavía hay tiempo por jugar.
Y cambié mis colores,
mi brillar, y tentaciones,
por una forma nueva de existir.
Y sigo siendo el mismo, pero
mis miedos son distintos.
Tengo que aprender a dejarme llevar.
Y aunque me de cuenta
que soy un alma en venta,
todavía hay tiempo por jugar.
Y aunque me de cuenta
que soy un alma en venta,
todavía hay tiempo por jugar.