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La suave brisa del Espíritu Santo nos trae plena paz y dulce consuelo. En medio de sus hijos derrama su gloria y confirma en el corazón segura victoria. Escuchamos la voz del Cordero de Dios, con poder nos anima a luchar sin temor.
Ahora es el tiempo, proclama la verdad, ya el tiempo se aproxima su reino llegará.
Coro:
Nuestro destino es la eternidad, fuimos escogidos en su inmensa bondad. Somos sus hijos un solo pueblo que siempre vivirá adorando a Cristo, Destinados para grandeza.
Ver lo invisible, hacer lo imposible, entregar lo que no puede estar, amar a quien no ama; oh salvar lo perdido, unir lo dividido, alcanzar lo inalcanzable quebrantar lo inquebrantable. Ver lo invisible, hacer lo imposible, entregar lo que no puede estar, amar a quien no ama; oh salvar lo perdido, unir lo dividido, alcanzar lo inalcanzable quebrantar lo inquebrantable.
Escuchamos la voz del Cordero de Dios, con poder nos anima a luchar sin temor.
Ahora es el tiempo, proclama la verdad, ya el triunfose aproxima, su reino llegará.
Coro:
Nuestro destino es la eternidad, fuimos escogidos en su inmensa bondad. Somos sus hijos un solo pueblo que siempre vivirá adorando a Cristo, Destinados para grandeza.
En su gloria(en su gloria), en su gloria(en su gloria).en su gloria, Libres por siempre.