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Con tu despedida
ando por la orilla
de este ancho mar
llamado soledad.
No es nada fácil
tener que renunciar
a lo que llamamos amor,
a lo que empezamos tu y yo.
No se como evitarlo,
me siento tan frustrado
al no decirte lo que siento
hoy por ti.
Porque ser hombre
obliga a confesar
con palabras del corazón
que me mata no verte mas.
Después de ti no hay nada
que esta triste soledad,
primer fracaso de adolescentes;
tu y yo inmaduros amantes
de sueños gigantes,
no supimos vencer este amor.
Me sobran sentimientos,
me invade el desaliento,
a duras penas salgo
de esta oscuridad.
No es nada fácil
tener que renunciar
a lo que llamamos amor,
a lo que empezamos tu y yo.
Después de ti no hay nada
que esta triste soledad,
primer fracaso de adolescentes;
tu y yo inmaduros amantes
de sueños gigantes,
no supimos vencer este amor.
Después de ti no hay nada
que esta triste soledad,
primer fracaso de adolescentes;
tu y yo inmaduros amantes
de sueños gigantes,
no supimos vencer este amor.