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como iba yo a saber ,
que en la gloria había un infierno;
tu saliva siendo miel,
resulto que era veneno.
Como iba yo a saber,
que tu amor era una trampa;
como pude yo querer,
a un cuerpo sin alma.
De seguro a el, le decías también
que era dueño y señor de tu cama y tu piel;
de seguro también, por amarte perdió
igual que yo.
El amor me cegó, que ingenuo pensar
que solo era yo el que te hacia temblar
de seguro que el también se creyó tu exclusividad.
Como hiba yo a saber
que tu amor era una trampa
como pude yo querer
a un cuerpo sin alma.
De seguro a el, le decías también
que era dueño y señor de tu cama y tu piel;
de seguro también, por amarte perdió
igual que yo.
El amor me cegó, que ingenuo pensar
que solo era yo el que te hacia temblar
de seguro que el también se creyó tu exclusividad.