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Tal vez haya empezado nuestra historia, dando la vida en cada nota al componer una canción.
Tal vez, pueda contarse con los dedos las noches que no amanecieron y entre guitarra, vino y ron.
Y si tu vida pasa llena de contradicciones, vuela de tu isla yo te presto mis canciones, siéntate a mi lado que hoy también podrás oír.
El grito del tiempo que nos queda por vivir, y escondido en cada acorde, queda tanto por sentir. No hay puertas cerradas que no se puedan abrir, ni techos en el cielo, si hay versos por escribir.
Soñé que las pizarras se borraron, y la tormenta fue dejando un huracán de libertad.
Y al ver, que entre mis libros florecieron las tardes que mas nos unieron, el escenario nos junto.
Y si tu vida pasa llena de contradicciones, vuela de tu isla yo te presto mis canciones, siéntate a mi lado que hoy también podrás oír.
Y el grito del tiempo que nos queda por vivir, y escondido en cada acorde, queda tanto por sentir. No hay puertas cerradas que no se puedan abrir, ni techos en el cielo, si hay versos por escribir.