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Venga pues continero y se toma
una sola copita de licor,
porque quiero contarle mi historia,
si usted entiende me da la razón.
Yo adoré a una mujer con el alma,
le entregué toditito mi amor,
pero a veces perdemos la calma
cuando alguien nos brinda traición.
Porque aquél que creyera mi amigo,
que en mi casa posada le dí,
yo pensé que era bueno conmigo,
pero amigos no hay, me convencí.
Una tarde salí de mi casa,
y a la media noche regresé,
y al dentrar todo estaba en tinieblas,
y en mi cama a los dos encontrè.
Quedé solo señor cantinero,
y es muy triste lo que le conté,
no importó ni el amor de sus hijos,
pues la ingrata me engañó y se fué
//Porque aquél que creyera mi amigo,
que en mi casa posada le dí,
yo pensé que era bueno conmigo,
pero amigos no hay, me convencí//.