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Despertamos en un mundo de absoluta oscuridad,
se nos enseña el arte del olvido.
Comprendemos que el engaño es nuestra realidad,
para fundirnos en un sueño eterno.
La rutina es el descanso que anhelamos.
La ignorancia es el tirano que adoramos.
Y detrás del telón,
el titiritero asiente.
Ellos viven. Nosotros dormimos.